Reformas integrales

Reformar completamente una vivienda: algo que ilusiona y emociona, pero que también puede ser aterrador.

Meterse en obras para la realización de reformas integrales supone que en un determinado plazo de tiempo tendremos una flamante a casa como nueva y a nuestro gusto, una auténtica "mansión" (por pequeña que sea) que será nuestro particular rincón donde escondernos del mundanal ruido, o a la invitar a las personas que más apreciamos. Pero hasta que llegue ese momento hay que pasar por un proceso que, si no se controla, puede llegar a convertirse en un auténtico viacrucis. No hay que preocuparse: lo importante es tener todos los aspectos controlados y conocer de antemano lo que hay que hacer (y por supuesto, lo que queremos hacer), para que después todo vaya como la seda. Sí, es posible… Y para conseguirlo, a continuación detallamos todos los pasos y detalles que hay que tener en cuenta a la hora de realizar reformas integrales en una vivienda.

En primer lugar, es importantísimo saber muy claramente lo que queremos hacer… Y si realmente podemos hacerlo. Los espacios diáfanos que tanto se llevan ahora en interiorismo, tipo loft, son cómodos y atractivos, pero implican el derribo de paredes y tabiques que en muchas ocasiones no se pueden tirar. ¿La razón? Son muros de carga (o paredes maestras) que soportan la estructura del edificio. Para saber qué elementos se pueden eliminar es necesario tener el plano real del inmueble, en el que figuran las paredes maestras y las instalaciones de agua, electricidad y gas. Este plano lo tiene por lo general el presidente de la comunidad de vecinos, y se le puede pedir para hacer una copia. Las paredes maestras, una vez localizadas, pueden derribarse en algunos casos con el proyecto firmado de un arquitecto, que solventará los problemas de soporte; pero muchas veces no se pueden tocar. Los edificios antiguos tienen muchas paredes de este tipo y son más complicados de reformar.

Para establecer la nueva distribución, si vamos a reformar totalmente una casa, es importante contar con el proyecto realizado y firmado por un arquitecto. Es necesario para poder solicitar los permisos de obra (mayor o menor, según el caso) y las subvenciones y ayudas disponibles, que son muchas. Además, así nos aseguraremos de que no causaremos ningún daño al edificio. El proyecto y los permisos tienen un coste adicional con el que hay que contar a la hora de hacer el presupuesto total de las reformas integrales. El arquitecto, aparejador o delineante que realice el proyecto tendrá que elaborar un plano de la reforma en el que constará el inmueble tal y como quedará después de las obras, y que servirá de guía para quienes participen en la rehabilitación.

A la hora de contratar los servicios de los profesionales, nos asalta la siguiente duda: ¿contrato a una empresa de reformas integrales o a distintos profesionales para reformar mi vivienda? Cada opción tiene sus pros y sus contras. Si contratamos a una empresa que nos lo dé todo hecho, podremos olvidarnos de andar buscando a los trabajadores y peleando cada presupuesto. Eso sí, también tendremos que pagar algo más, ya que no podremos buscar los presupuestos más ajustados para cada aspecto (albañilería, electricidad, fontanería…). Hay que hacer números y contabilizar también el tiempo que vayamos a perder buscando y contactando, para ver qué es lo que nos sale más rentable.

Atención a los presupuestos

El presupuesto es, lógicamente, uno de los aspectos más importantes de una reforma. Todos queremos lo que siempre se ha llamado "duros a cuatro pesetas", pero lamentablemente (y lógicamente) esto no suele ser posible. Los buenos trabajos y los materiales de calidad se pagan, aunque hoy día los costes se han abaratado bastante y es posible obtener excelentes presupuestos por parte de profesionales y empresas de reformas con buenas referencias, especializadas en el campo de las reformas y el interiorismo. Muchas veces también merece la pena pagar un poco más si la obra se va a realizar en menos tiempo; sobre todo, si se trata de nuestra vivienda habitual y tenemos que buscar otro lugar para vivir mientras dure la reforma. Siempre hay que pedir un presupuesto detallado con el material y la mano de obra, los impuestos, los extras y el porcentaje de "imprevistos" antes de empezar la obra, y hacer que la empresa o los profesionales lo firmen y se comprometan a cumplirlo. El tiempo de realización de la reforma también se debe pactar, dejando siempre un margen lógico pero con un plazo concreto que se ha de cumplir por parte de la empresa. Algunos profesionales y empresas solicitan también el pago de un porcentaje previo comienzo de la obra, para comprar material y para "cubrirse las espaldas".

¿Mano de obra, con o sin materiales?

Una de las formas que hay para abaratar el coste de una reforma completa es comprar los materiales y contratar sólo la mano de obra. Si bien se trata de una opción que puede ahorrarnos bastante dinero, también hay que contabilizar el tiempo que vamos a pasar buscando los materiales más baratos, acudiendo a verlos, comprándolos y transportándolos… Si el propietario trabaja, muy probablemente tendrá que dedicar fines de semana o parte de sus vacaciones a este menester. Por eso, es recomendable comprobar muy bien si nos va a salir rentable, o quizás comprar o aprovechar únicamente ciertos materiales (sobre todo si estamos interesados en algunos: porque estén de oferta, porque sea exactamente el modelo o el color que nos interesa, porque nos han sobrado o los vamos a reciclar, etc.).

Reformas integrales de pisos

No es lo mismo reformar completamente un piso, que un chalet adosado, una casa unifamiliar, una vivienda rural… Lógicamente, las reformas de pisos son mucho más habituales. En este caso, además de todo lo antes mencionado hay que tener muy en cuenta lo que opine la comunidad de vecinos, y atenerse a ciertas normas. No cambiar el aspecto de la fachada, no intervenir en zonas comunes… También hay que valorar las molestias a la comunidad: los ruidos, el uso del ascensor, la limpieza y los escombros. Es mucho mejor curarse en salud y llegar a un acuerdo firmado con la comunidad para luego no tener problemas. La reforma completa de un piso suele pasar por ampliar espacios, sobre todo en el caso de pisos con unos cuantos años. Las tendencias de interiorismo actuales van hacia los espacios abiertos, las cocinas unidas al salón (mucho cuidado con esta tendencia: puede generar humos y olores desagradables en la otra estancia), y también pasan por prescindir de algunas habitaciones para ampliar otras o incluso para hacer vestidores. Un buen diseñador de interiores nos será imprescindible para este tema y muchos otros, como la iluminación, los colores de la pintura, los materiales y revestimientos y los muebles.

Reformas integrales de casas adosadas, pareadas y unifamiliares

Este tipo de reformas son mucho más complejas, aunque como ventaja tienen que apenas se molesta al vecindario. Eso sí, si forman parte de una urbanización el propietario tendrá que atenerse a los establecido por la comunidad en cuanto a zonas vistas, como fachadas, cubiertas o cerramientos. Normalmente, los chalets adosados o pareados suelen ser bastante modernos y tienen las instalaciones en buen estado. Lo normal es que las reformas se realicen para habilitar espacios como las buhardillas o áticos, o los garajes. Sin embargo, a veces viene bien mejorar la distribución eliminando habitaciones pequeñas, o alterar algunos elementos como las escaleras (si es posible). Tampoco viene mal echar un vistazo al jardín o al patio: a veces se le puede sacar mucho partido, delimitando zonas de uso habitual y realizando jardines con menor gasto de agua, más resistentes y más cómodos.

Rehabilitación y reforma de casas rurales

Es posiblemente la variedad de reforma más atractiva e interesante. Una casa antigua, a veces incluso ruinosa, pero que conserva todo su encanto rústico es todo un reto para propietarios y profesionales. Siempre hay que enterarse antes de empezar de si hay que conservar determinada estética o distribución. También conviene saber si la casa se puede rehabilitar (en caso de ruina, muchas veces no es posible) y si, de ser necesario, se puede ampliar subiendo alturas, colocando un porche, etc. Merece la pena intentar conservar los elementos antiguos que se puedan aprovechar: vigas centenarias, ventanas y puertas rústicas, suelos de baldosa hidráulica, tejas cerámicas, grifos… Eso sí, las instalaciones eléctricas y de fontanería deben ser de la mejor calidad, cuanto más modernas mejor y por supuesto, homologadas. Recorrer los almacenes de derribo es siempre una buena idea para buscar elementos viejos o antiguos en buen estado con los que recuperar nuestra casa rural. En muchos casos, incluso merece la pena colocar paneles solares para generar electricidad y/o calefacción y agua caliente sanitaria; eso sí, siempre que haya suficiente horas de sol y se a la vivienda se le dé un uso habitual. Si no llegan las redes de suministro de electricidad y/o gas a la casa, es algo que merece la pena contemplar.

Las ayudas y subvenciones para reformas

Hablando de presupuesto, hay un apartado muy importante a la hora de pensar en reformas: las subvenciones. Hay que solicitarlas todas: muchas personas creen que no merece la pena pedirlas porque no se conceden, pero esto no es cierto. La gran mayoría de las reformas de las casas cuenta con ayudas por parte del Ministerio de Fomento y las Comunidades Autónomas; si bien se pagan después de transcurrido bastante tiempo (alrededor de año y medio o dos años), es un dinero con el que hay que contar. Hay subvenciones para rehabilitar viviendas y pisos antiguos (o edificios completos para comunidades de vecinos), para instalar ascensores, para renovar ventanas y calderas, para instalar sistemas de energías renovables, para reformas, para solventar barreras arquitectónicas... Además, también existe la posibilidad de desgravarse un buen porcentaje en el IRPF, y no hay que olvidar que actualmente a las reformas se les aplica el IVA reducido. Muchas empresas se ofrecen a gestionar las subvenciones para las reformas sin cargo adicional para el usuario; merece la pena consultarlo.

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